«Cuando los ciudadanos perciben que la Administración Pública ofrece valor en el servicio público, se crea una confianza implícita hacia ella. Esta confianza da lugar a una población más conectada, cuyas verdaderas necesidades se transmiten a la política de la Administración Pública, lo que permite llevar a la práctica un servi - cio excelente, que refuerza, a su vez, una renovada confianza» (Accenture, 2007).
La Administración electrónica española ha experimentado un considerable avance desde la generalización de Internet, que ha facilitado que los procesos de comunicación de ciudadanos y empresas con las Administraciones Públicas hayan dado un considerable giro. A nivel municipal estamos todavía inmersos en la etapa de la oferta informativa aunque algunas administraciones locales avanzan más rápidamente que otras hacia la administración electrónica, y que aún estamos muy lejos del gobierno electrónico.